Bṛhadāraṇyaka Upaniṣad (parte 5)

 

DECIMOCUARTO BRAHMANA     

 Las palabras Bhumi (tierra), Antariskha (firmamento) y Dyu (cielo) forman ocho sílabas. Un pie del Gayatri consiste en ocho sílabas. Este pie son los tres mundos. Y aquel que conoce ese pie, conquista toda la extensión de los tres mundos.         
 Los Rikas, el Yagumshi y el Samani forman ocho sílabas. Un pie (el segundo) del Gayatri consiste en ocho sílabas. Este pie son los tres Vedas, el Rig-veda, el Yagur-veda y el Samaveda y aquel que conoce ese pie, conquista todo lo que abarca ese conocimiento triple.      
 El Prana (la inspiración), el Apana (la expiración), y el Vyana (la respiración interior) forman ocho sílabas. Un pie (el tercero) del Gayatri consiste en ocho sílabas. Este pie son las tres respiraciones vitales. Y aquel que conoce ese pie, conquista todo lo que respira. Y de ése (Gayatri o palabra), éste ciertamente es el cuarto (turiya), el pie brillante (darsata), brillando en lo alto de los cielos. Lo que aquí se dice de “turiya” (el cuarto) también va dirigido al Katurtha (el cuarto); lo que se dice de “darsatam padam” (el pie brillante) también va dirigido a aquel que es como si fuera visto (la persona en el sol); y lo que se dice de “paroragas” (aquel que brilla en lo alto por encima de los cielos) también va dirigido a aquel que brilla más y más alto por encima de todos los cielos. Y aquel que así conoce ese pie del Gayatri, también él brilla con felicidad y gloria.    
 Ese Gayatri (como fue descrito antes con sus tres pies) descansa en ese cuarto pie, el brillante, en lo alto por encima del cielo. Y ése de nuevo descansa en el Verdadero (satyam), y el Verdadero es el ojo, porque al ojo se le conoce como verdadero. Y por lo tanto incluso ahora, si dos personas están discutiendo, y uno dice, yo vi, el otro dice, yo escuché, entonces deberíamos confiar en el que dijo, yo vi. Y el Verdadero de nuevo descansa en la fuerza (balam), y la fuerza es la vida (prana), y ese Verdadero descansa en la vida. Por lo tanto dicen que la fuerza es más fuerte que el Verdadero. Así ese Gayatri descansa en relación con el ser (como vida). Ese Gayatri protege (attre) las respiraciones vitales (gayas); las gayas son los pranas (respiraciones vitales) y las protege. Y como protege (tatre) las respiraciones vitales (gayas), por eso es llamado Gayatri. Y ese verso Savitri que enseña el maestro, eso es (la vida, el prana, e indirectamente el Gayatri); y a quienquiera que se lo enseña le protege sus respiraciones vitales.          
 Algunos enseñan ese Savitri como un verso Anushtubh, diciendo que el lenguaje es Anushtubh, y que enseñamos ese lenguaje. Que nadie haga esto, sino que él enseñe el Gayatri como Savitri. E incluso si uno que conoce esto recibe lo que parece ser su premio (como maestro), sin embargo esto no es igual a un pie del Gayatri.         
 Si un hombre (un maestro) recibiera como sus honorarios estos tres mundos llenos de todas las cosas, obtendría ese primer pie del Gayatri. Y si un hombre recibiera como sus honorarios todo lo que abarca este conocimiento tripartito, obtendría ese segundo pie del Gayatri. Y si un hombre recibiera como sus honorarios todo aquello que respira, obtendría ese tercer pie del Gayatri. Pero “ese cuarto pie que brilla en lo alto por encima de los cielos”, no puede ser conseguido por nadie, ¿de dónde entonces se pueden recibir tales honorarios?     
 La adoración de ése (Gayatri): “Oh Gayatri, tú tienes un pie, dos pies, tres pies, cuatro pies. Tú no tienes pies, porque eres desconocido. Adoración a tu cuarto pie brillante por encima de los cielos”. Si alguien que sabe esto odia a alguien y dice: “Que él me obtenga esto”, o “Que este deseo no le sea cumplido a él”, entonces ese deseo no le es cumplido a aquél contra el que él así rezó, o si él dice: “Que yo obtenga esto”.     
 Y entonces Ganaka Vaideha habló sobre este punto a Budila Asvatarasvi: “¿Cómo es posible que tú que hablabas como si conocieras al Gayatri, te has convertido en un elefante y me llevas a mí?” El respondió: “Su Majestad, yo no conocía su boca. Agni, el fuego es en verdad su boca; y si la gente amontona en el fuego lo que incluso parece ser mucha madera, lo consume todo. Y así, un hombre que conoce esto, incluso aunque cometa lo que parece ser un gran mal, lo consume todo y se vuelve puro, limpio y libre de deterioro y muerte”.

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