Bṛhadāraṇyaka Upaniṣad (parte 1)


CUARTO BRAHMANA        

 En el principio sólo existía el Ser, en la forma de una persona (purusha). Aquélla miró a su alrededor y no vio nada excepto su propio Ser. Lo primero que dijo fue: “Yo soy”; así fue como, pronunciando su nombre, se convirtió en yo. Por consiguiente, si a un hombre se le pregunta, lo primero que dice es: “Yo soy”, y luego pronuncia el otro nombre que pueda tener, y puesto que antes de esto (“purva”), él (el Ser) quemó (“ush”) todos los seres perversos, así fue como se convirtió en persona (“pur-usha”). En verdad, quien esto conoce, quema todo aquello que intenta anteponérsele.    
 Tuvo miedo; por consiguiente todo aquel que está solo, tiene miedo. Mas pensó: “Si no hay nadie más que yo mismo, ¿por qué tengo miedo?”

Pero no sintió deleite alguno. Por consiguiente el hombre que está solo no siente nada agradable. En seguida tuvo un deseo, que se hizo tan grande como un hombre y una mujer juntos. Entonces hizo que su Ser se dividiera en dos (“pat”), y de ahí surgió el marido (“pati”) y la esposa (“patri”). Por consiguiente Yagnavalkya dijo: “Los dos somos como las dos mitades de una concha”. Así pues, el vacío que antes existía fue llenado por la mujer. Aquél la abrazó y de este modo nacieron los hombres.           
 Ella tuvo un pensamiento: “¿Cómo me puede abrazar, si he salido de su mismo ser? Me esconderé”. Entonces se convirtió en vaca; pero él se convirtió en toro y la abrazó. Así pues, de ahí nacieron las vacas. Ella se convirtió en yegua y él en caballo; ella se convirtió en burra y él en asno. El la abrazó y de ahí nacieron los animales de un sola pezuña. Ella se convirtió en cabra y é1 en macho cabrío; ella se convirtió en oveja y él en carnero. El la abrazó y de ahí nacieron las cabras y las ovejas. De este modo todo lo que existe fue creado en parejas, inclusive las hormigas.
 Entonces él supo: “Yo soy en verdad esta creación, pues yo creé todo esto”. De este modo, él se convirtió en la creación; en verdad quien conoce esto, vive en su propia creación    
 Más tarde produjo el fuego frotándose las manos. De su boca y de sus senos hizo surgir las llamas. Por consiguiente 1a boca y las manos no tienen vello, así como los senos. Cuando dicen: “Ofrece sacrificios a este dios o a este otro cada, uno de los dioses no es más que una manifestación suya, pues él es todos los dioses. Entonces de la semilla creó todo lo húmedo, esto es Soma. En verdad en este universo todo es, o bien comida, o bien el ser que la come. Esta es la creación suprema de Brahma, pues él hizo surgir a los dioses de su mejor parte, creando lo inmortal de lo que hasta entonces era sólo mortal. Por consiguiente, ésta es su creación suprema. Quien conoce esto, vive en su verdadera creación.           
 Todo esto no estaba desarrollado todavía. Se desarrolló por medio de la forma y el nombre, para que los hombre pudieran apreciar mejor cada detalle de su creación. El (Brahma o el Ser) penetró hasta el fondo de su propia creación, igual que una cuchilla encaja en una caja para cuchillas, o el fuego en el hogar. El no puede ser visto, pues es el mismo aliento que respiramos. Cuando hablamos, él es el habla; cuando nos detenemos en contemplación, él es la vista; cuando oímos, él es el oído y cuando pensamos, él es la mente. Todo esto no son sino nombres que se dan a las manifestaciones de sus actos. Sin embargo, quien le adora como a una de sus manifestaciones, no le conoce en verdad, pues él está más allá de sus cualidades. Los hombres deben adorarle como el Ser, pues en el Ser todas las cualidades son una. El Ser es la base de todo pues a través de él, todo puede ser conocido. Y al igual que se puede hallar el camino perdido siguiendo las huellas pordon de alguien pisó, de igual forma quien tiene conocimiento de esto, encuentra la gloria y se hace digno de alabanza.   
 Este Ser, que es lo más próximo a nosotros, es más apreciado que un hijo, más apreciado que la riqueza, más querido que ninguna otra cosa. Y si alguien dijera a otro que hay algo más querido que el ser, perdería todo lo que posee más tarde o más temprano. Sólo el Ser es querido y digno de ser adorado. Quien pone todo su amor en el Ser y solamente en él, no verá perecer jamás al objeto de su amor.      
 Si los hombres creen que mediante el conocimiento de Brahma, alcanzarán todo, ¿qué es entonces lo que conocía Brahma, de lo cual surgió todo?      
 En verdad en el principio estaba Brahma. Brahma conocía sólo el Ser. El dijo: “Yo soy Brahma”, y de ahí surgió todo. De este modo, Deva (los dioses) despertó para conocer a Brahma, convirtiéndose en el mismoo Brahma; y lo mismo ocurrió con los Rishis (los sabios) y los hombres. Así fue cómo el Rishi Vamadeva comprendió la esencia de Brahma y exclamó: “Yo era Manu (la luna), yo era el sol”. Por consiguiente, quien conoce que él es Brahma, se convierte él mismo en Brahma, sin que los mismos Devas puedan evitarlo, pues él mora en el mismo Ser que aquéllos. Sin embargo, si un hombre adora a otra deidad, creyendo que aquélla es una y él otro, no conoce. Para los Devas, es como un animal. Pues en verdad, igual que muchos animales proporcionan alimento a un solo hombre, de igual forma cada hombre proporciona alimento a los Devas (los dioses). Si un solo animal es robado a los Devas, eso no les complace. ¡Cuánto más, pues, si son muchos los animales robados! Por consiguiente, a los Devas les disgusta que los hombres cometan estas acciones.
 En verdad en el principio estaba Brahma. Estando solo, quiso crear las fuerzas supremas. Entonces creó los Kshatras (poderes) entre los Devas (dioses). Así pues, no existe nada más allá de Kshatra, por lo cual en el sacrificio Ragasuya, el brahmín se sienta debajo del Kshatriya. El confiere su gloria en Kshatra únicamente. Si, Brahma es el origen de Kshatra. Por consiguiente, aunque un rey es exaltado, se sienta debajo del brahmín, pues él es su lugar de origen. Quien causa una afrenta a aquél, causa una afrenta a su propio lugar de origen. Peor aún, pues ha causado una afrenta a alguien mejor que sí mismo.           
 Todavía Brahma no era suficientemente fuerte. Así pues, creó a Vis (la gente), las clases de Devas que en sus distintos órdenes son llamados Vasus, Rudras, Adityas, Visve Devas, Maruts.    
 Sin embargo, no era suficientemente fuerte. Creó, pues, la casta de los Sudras y a Pushan (el dador de alimento). En verdad esta tierra es Pushan (el dador de alimento), pues la tierra en verdad alimenta a todo lo que hay en ella. 
 Aún así, no era suficientemente fuerte. Creó, pues, lo más excelente, la ley (dharma). La ley es el Kshatra (poder) del Kshatra; por consiguiente no hay nada superior a la ley. De este modo, incluso un hombre débil, con el apoyo de la ley, puede gobernar a uno más fuerte que él, como si él fuera el rey y el otro su súbdito. De esta forma a la ley se le llama la verdad. Así, si un hombre declara la verdad, se dice que ha declarado según la ley; y si declara según la ley, se dice que declara la verdad. Ambas cosas son lo mismo.     
 De esta forma existe Brahma, Kshatra, Vis y Sudra. Entre los Devas Brahma existía únicamente como Agni (el fuego), y entre los hombres, como brahmín, igual que Kshatriya a través de Kshatriya, Vaisya a través del (divino) Vaisya y Sudra a través del (divino) Sudra. Por consiguiente, las gentes desean sus estados futuros a los Devas a través de Agni (el fuego del sacrificio) únicamente; y a los hombres a través de los brahmines, pues Brahma mora en estas dos formas. Así, si un hombre fallece sin haber visto su verdadera vida futura, ese Ser, siendo desconocido, no le recibe ni le bendice, como si aquél no hubiera leído los Vedas o no hubiera realizado buenas acciones. Más aún, si alguien lleno de santidad realiza grandes obras en la tierra, pero no conoce el Ser, sus obras no servirán de nada y perecerá. Pero si un hombre conoce el Ser en su verdadero estado, sus obras no perecen pues todo lo que desea, lo obtiene en su Ser.         
 En verdad el Ser (del ignorante) es el mundo de todas la criaturas. Cuando un hombre ofrece sacrificios a Brahma mora en el mundo de los Rishis; cuando ofrece comida a los antepasados tratando de obtener descendencia, mora en el mundo de los antepasados; cuando da cobijo y comida a otros hombres, mora en el mundo de los hombres; cuando encuentra alfalfa y agua para los animales, mora en el mundo de los animales; cuando los cuadrúpedos, pájaros e incluso hormigas viven en su casa, mora en su mundo. Y de igual forma que cada cual desea que su mundo no sufra daño alguno, así todos los seres desean que quien sabe esto no sufra ningún daño. En verdad esto es algo conocido y bien razonado.
 En el principio sólo existía el Ser, único. Aquel tuvo un deseo: “Quiero una esposa para que me dé descendencia y riqueza para poder ofrecer en sacrificios”. En verdad esto es un deseo completo, pues incluso si hubiera deseado más, no lo hubiera encontrado. Por consiguiente una persona sola tiene este deseo: “Quiero una esposa para que me dé descendencia y riqueza para poder ofrecer en sacrificios”. Y si no obtiene ninguna de estas cosas, cree que es incompleto. Este es su estado completo: la mente es su ser (el marido), el habla es su esposa, el aliento su hijo, el ojo toda la riqueza mundana, pues él la encuentra con el ojo, y el oído su riqueza divina, pues él la oye con el oído. El cuerpo (“atman”) es su obra, pues con el cuerpo ejecuta sus acciones. Este es el quíntuple sacrificio, pues quíntuple es el animal, quíntuple el hombre y todas las cosas. Quien esto conoce, obtiene todo lo demás.

 

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